El servicio está diseñado para mantener los espacios libres de gérmenes y bacterias. Se emplean nebulizadores y/o atomizadores especializados para la aplicación de productos desinfectantes de amplio espectro. Estos productos son eficaces contra virus, bacterias y otros microorganismos dañinos, brindando una protección integral a hogares, oficinas y negocios.
Después de la aplicación, se sugiere un tiempo de reingreso de 30 minutos para garantizar la seguridad de los ocupantes. La sanitización es esencial para prevenir la propagación de enfermedades y mantener un ambiente saludable para todos.
Este servicio se centra en el control de la población de arañas, hormigas, mosquitos, avispas, polillas, chinches y cucarachas. La aplicación del insecticida se realiza mediante atomizador y/o termonebulizador, asegurando una distribución uniforme y efectiva.
Después de la aplicación, se recomienda un período de reingreso de 2 1/2 a 3 horas para garantizar la eficacia completa del tratamiento y la seguridad de los ocupantes. La desinsectación no solo elimina las plagas existentes, sino que también previene futuras infestaciones, creando un entorno seguro y saludable para tu familia o clientes.
El control de termitas es fundamental para salvaguardar la integridad estructural de edificios y otros elementos construidos en madera. Entre los métodos de control más utilizados se encuentran la inyección de insecticidas directamente en las galerías de las termitas y el uso de cebos impregnados para atraer y eliminar las colonias.
Estos métodos pueden ser complementados con la aplicación de insecticidas mediante atomizadores o termonebulizadores para una protección más completa. Para garantizar la seguridad de los ocupantes, , se aconseja un tiempo de reingreso que varía de 2 1/2 a 4 horas después de la aplicación.
El servicio de control de roedores se torna esencial frente a la amenaza de plagas que pueden actuar como portadoras de enfermedades graves. Los métodos más efectivos para abordar esta problemática comprenden enfoques químicos y físicos. En los métodos químicos, se utilizan cebos instalados en tubos plásticos, mientras que los métodos físicos incluyen trampas adhesivas, de golpe o de captura viva.
Es importante comprender que los roedores pueden transmitir diversos organismos patógenos, como bacterias, virus y helmintos, causando enfermedades como salmonela, peste, hanta y fiebre por mordedura, entre otras. Por lo tanto, un control efectivo, combinado con la educación del cliente, asegurará la seguridad sanitaria del inmueble y de las personas que lo ocupan.
El control de aves es crucial para prevenir daños y molestias. Los métodos físicos, como la instalación de púas y mallas, evitan el acceso y posado de aves no deseadas. Por otro lado, los métodos químicos utilizan sustancias repelentes con olores y sabores desagradables para alejarlas.
Estas estrategias, tanto físicas como químicas, son efectivas para mantener alejadas a las aves y proteger áreas sensibles como edificios, instalaciones industriales y cultivos. Es fundamental emplear estas técnicas de control de manera responsable y segura para minimizar los impactos ambientales y garantizar la convivencia armoniosa con la fauna silvestre.